Asuntos Internos se llevó el equipo que registra las filmaciones para una investigación, por lo que la directora de la cárcel informó que el lugar quedaría sin vigilancia.

El 25 de junio informábamos que las cámaras del sistema de videovigilancia del edificio no funcionaron durante las horas en las que se fugaron Rocco Morabito y otros tres reclusos de la Cárcel Central.

Hoy, un informe del diario El País (de Camila Bello y Eduardo Barreneche), reveló que el equipo que almacena las imágenes de las cámaras había sido retirado el viernes antes de la fuga por funcionarios de Asuntos Internos del Ministerio del Interior, para una investigación sobre irregularidades relacionada con los traslados del centro penitenciario.

A raíz de lo sucedido con Morabito y compañía, se inició un sumario administrativo a varios funcionarios de la Cárcel Central, incluyendo a la directora Mary González y Gerardo Bidarte, subdirector operativo del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).

Esta mañana, la propia González aclaró lo ocurrido con las cámaras en entrevista con Así nos va (radio Carve).

“Es un sistema informático cuyo mantenimiento estaba a cargo del Ministerio del Interior, encargado a una empresa la que no se renovó el contrato”, dijo la directora. Se trata de 16 cámaras, de las cuales algunas no funcionaban, explicó.

El día 20 de junio de noche, se hizo entrega del equipo a causa de la investigación de Asuntos Internos mencionada. La directora informó entonces al director nacional de Policía y a la subdirectora técnica que la cárcel quedaría sin cámaras de vigilancia a partir del viernes y dejaría desprovisto el control de registro de movimientos. El domingo de noche, dos días después, ocurrió la fuga.

A González le avisó este hecho Alberto Gadea, exdirector del INR. La directora estaba en su casa y solicitó al chofer que fuera a su casa para entregar la llave del despacho, a fin de que se llevaran el equipo. González pidió una constancia de que retiraban el equipo.

Responsabilidades

La directora aclaró que las puertas de las habitaciones de los reclusos no estaban cerradas, pero eso era normal. “La habitación no se cierra, lo que se cierra es el lateral del edificio, no pueden salir por allí”, dijo, aunque aclaró que lo hicieron por una ventana.

A su juicio, lo sucedido es de responsabilidad compartida. “Hay una cadena de mando, Si informo una situación y no tengo respuesta, no puedo salir con el interno donde quisiera que estuviera. Hay muchos factores involucrados: INR, Ministerio del Interior, Republicana, jefe de Policía y hasta Italia, que estaba informada que se había pasado el tiempo de extradición y (Morabito) continuaba acá”, dijo.

“No puedo hacer más de lo que hice. Cada uno sabrá su cuota de responsabilidad. No están dadas las garantáis y lo he reportado”, dijo, en el sentido de que el lugar es un centro de derivación y no una cárcel. “La gente que me conoce sabe de mi dedicación, honestidad e integridad”, dijo a Así nos va, enojada por las acusaciones de corrupción que se han repetido en estos días.

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