El Carbonero jugó casi una hora con un hombre menos por la expulsión de Gastón Rodríguez. Volvió Tito Urruti.


Dos aproximaciones buscando a Arias en menos de 5′ evidenciaban la intención de siempre del Carbonero, de pisar el acelerador de entrada y marcar las condiciones del partido.
Luego fue un tiro de Ángel Rodríguez, desde la media luna, la primera chance de cierto riesgo para el manya, encontrando bien parado a Berbia.

De su parte Boston River puso lo de siempre, el buen trato, la salida prolija, condicionada en parte por la presión de Peñarol, que lo obligó a saltar líneas en m{as de una oportunidad.

También robó alguna el equipo de Leo Ramos, y de ahí derivó la más peligrosa en los pies de Junior Arias, que se topó con un Berbia notable saliendo a achicar.

Boston de a poco supo acomodarse y de la mano de un Ceppellini fenomenal en media cancha progreso en campo, aunque no tuvo ninguna llegada nítiuda. Un centro de Foliados que despejaron del área chica y un remate de Echeverri a las manos del arquero fueron lo más cercano sobre Dawson.

Luego vino la expulsión de Gastón Rodríguez, correcta decisión de Ostojich ante un rival, barriéndose con la suela arriba. Desde ahí el partido se abrió un poco más, con buenas propuestas de ambos cuadros pero sin mostrarse finos en los metros finales.

La segunda partes e presentó igual de interesante, más intensa aún, y con un ida y vuelta casi constante desde la media hora en adelante.

Lo primero para marcar, el nulo aprovechamiento de Boston del hombre de más. Una mala noche de sus delanteros, que fallaron en la mayoría de las transiciones, mientras que la última línea del mirasol y el doble cinco cumplió una tarea irreprochable.

En el arco de Peñarol el peligro llegó de manera nítida a los 47′, con una gran asistencia de Ceppellini a Foliados y la definición ancha del atacante. Luegoa los 55′ con un cabezazo debajo de Pérez, que obligó a una gran atajada de Dawson.

Después Peñarol tomó las riendas del partido pese a jugar con diez. Gran despliegue de sus hombres, que mantuvieron la idea y asumieron riesgos. La movilidad de Rossi fue importante, luego Affonso lo suplantó y generó una chance con un zurdazo cruzado bastante desviado.

La entrada de Tito Urruti, en su vuelta al primer equipo tras un semestre en Tercera, también fue auspiciosa, con un tiro libre que pasó a centímetros del palo de Berbia. De todos modos, más allá del equilibrio mostrado, a Peñarol no le sobraron méritos para concretar un gol.

Tampoco Boston hizo lo que debía como para llevarse los tres puntos. La última se la quedó Dawson en las manos, tras un remate bajo de Ceppellini, el mejor de la cancha. En definitiva un empate justo, con sabor a que se podía observar algo más, y con un resultado que Nacional ve con buenos ojos, ya que le saca nueve puntos en la Anual.

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