El exentrenador celeste fue nombrado como doctor honoris causa por la ACJ y aseguró: “Soy un humilde representante de la cultura popular”.
Óscar Washington Tabárez tuvo palabras elogiosas para el trabajo de la selección uruguaya y de Marcelo Bielsa, en el marco de su nombramiento como doctor honoris causa por el Instituto Universitario de la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ) que se realizó este miércoles.
El exentrenador celeste recibió dicho reconocimiento por su “aporte al deporte uruguayo en general y al fútbol en particular”, con la adhesión de la Universidad de México y la Facultad de Educación Física de Brasil de la misma institución.
Además, en la ocasión fue nombrado como socio honorario de la ACJ, a la que supo estar vinculado de forma activa en su juventud.
Elogios
Tabárez, de 74 años, recibió la distinción y tomó la palabra. Destacó parte de su pasaje de 15 años y ocho meses al frente del combinado nacional y algunas de su búsquedas, que comenzaron con darle valor a la palabra respeto.
“Es difícil competir con países que tienen millones de habitantes y derrotarlos a los dos en una semana”, dijo al hablar de las victorias ante Brasil y Argentina, y agregó: “Por eso fue impresionante, más que el fútbol se ha transformado en el de los millonarios”.
El legado
El Maestro, durante su charla, no tuvo ninguna duda en destacar un hecho que aseguró lo hizo emocionar mucho por parte de los futbolistas.
“Todos los muchachos que estuvieron en cancha pasaron por las diversas selecciones [mayor o juveniles] y lo que más me gustó es que vi el festejo medido, donde se acercaron y saludaron a los uruguayos que estaban en la tribuna, eso me emocionó”, continuó.
“Muchas veces hablamos de esos perfiles, que había que procurar ganar, pero esa aventura siempre está acompañada de la posibilidad de perder y es parte de todo”, aseveró.Luego hizo referencia al tema “José sabía”, de La Vela Puerca, para graficar este concepto con la frase: “Y también al placer de ganar y perder, cuando todo parece jodido es cuando hay que poner”.
“Son cosas del saber popular”, expresó, y confesó: “Aprendí mucho de las letras de la murga y, como dije anteriormente, soy un humilde representante de la cultura popular”.
Una vez cerrado el acto y ante el aplauso de pie de los presentes, Tabárez dedicó su tiempo para firmar camisetas, libros y sacarse fotos con todo aquel que se lo pidiera, en una jornada de reconocimiento a una figura del deporte nacional.