Preocupación por venta de coto de caza cercano a área protegida

La venta de un coto de caza al lado de un área protegida nacional y con muchas especies exóticas despierta preocupación. El coordinador del SNAP, Guillermo Scarlato, dijo que si se cierra habrá que idear un plan de derivación de los animales.

Hace un año, la Intendencia de Flores intentó canjear cien ciervos de la Reserva de Flora y Fauna Rodolfo Tálice por herramientas y materiales a un coto de caza, como forma de conseguir recursos ante la escasez de fondos municipales.

La comuna intentó canjear estos ciervos a Rincón de los Matreros, coto de caza del departamento de Treinta y Tres. Para justificar este cambio los jerarcas de la comuna explicaron en su momento que la reserva estaba superpoblada de ciervos axis.

No se trata de una especie nativa sino introducida, de origen asiático, que es abundante en Uruguay. Su caza se permite durante todo el año con un máximo de cinco ejemplares por permiso de caza. El coto cobra 1.700 dólares por cazar ciervos axis, 2.500 dólares por búfalos y 500 dólares por jabalíes, por ejemplo.

Sin embargo, la presión de activistas por los derechos de los animales logró que la intendencia de Flores diera marchas atrás y cancelara las negociaciones para realizar este canje.

Ahora, este controvertido coto de caza se puso a la venta, con un anuncio en varios idiomas. “Se vende. Oportunidad única de comprar un coto de caza mayor y su reputación. Varias especies: ciervos rojos, ciervos axis, ciervo dama, muflones, cimarrones, jabalíes, búfalos de agua, chivos”.

El lugar se anuncia en su sitio web de la siguiente forma: “Uruguay se está convirtiendo en un nuevo y excitante destino de caza, donde vas a encontrar excelentes trofeos de una amplia variedad de especies”.

Si bien el coto es legal porque las especies son exóticas y se permite su caza con ciertas restricciones -más allá de una cuestión de ética animal para muchos, ante la existencia de un lugar que reproduce especies únicamente para poder cazarlas como negocio- su ubicación, detrás del área protegida de Quebrada de los Cuervos, presenta algunas dudas sobre lo que puede suceder con la gran cantidad de animales en caso de venta o en caso de que su dueño decida no continuar con el coto. La Quebrada de los Cuervos tiene problemas ya por la presencia perjudicial de animales exóticos, como las cabras -que están afectando la vegetación nativa- y la presencia de jabalíes.

Consultado  el coordinador general del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) Guillermo Scarlato, explicó que el coto de caza “está en regla” y cuenta con la autorización del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma).

De hecho, indicó que la cartera inspecciona regularmente el establecimiento, que ha demostrado cumplir “con todas las condiciones de seguridad para evitar la salida de animales”, que además se encuentran “bien alimentados”.

Scarlato explicó que las inspecciones del SNAP al coto de caza, que no está comprendido en el área protegida de la Quebrada de los Cuervos pero es vecino, apunta a asegurar que “ningún predio afecte al otro”. En ese sentido, aclaró que las autoridades no tienen constancia de que se haya producido alguna fuga de animales que pudiera afectar la zona protegida.

El funcionario recordó que los animales que se encuentran en el coto de caza pertenecen a “especies exóticas” cuya caza está autorizada legalmente. El coordinador señaló que el SNAP está al tanto de que el coto de caza se encuentra en venta. “Pueden pasar dos cosas: o que el nuevo dueño quiera seguir con el coto de caza o que busque utilizar el predio para otra actividad”, apuntó. En ambos casos, explicó, el nuevo propietario deberá hacer gestiones ante el Mvotma, tanto para cambiar la titularidad del permiso como para iniciar el trámite de cierre del coto de caza, que implicaría el diseño de un plan de derivación de los animales que allí se encuentran.

Scarlato reconoció que el coto de caza y el área protegida pueden parecer actividades para públicos “muy diferentes” pero advirtió que pueden existir experiencias de “sinergia” entre ambas. “Quizás podamos impulsar acciones para que la gente que llega al coto a cazar quiera visitar luego el área protegida”, comentó.

Algunas fotos del lugar y de las actividades que se llevan a cabo pueden verse en este enlace.

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