Tras algunas apariciones en 2018, los hallazgos de estos bultos se incrementaron en agosto de este año.

Investigadores de la Universidad Federal de Ceará (UFC) y la Universidad Federal de Alagoas (Ufal) develaron el misterio de las cajas con leyendas en japonés que en agosto último aparecieron en las playas de Bahía, Alagoas y Sergipe.

El oceanógrafo Carlos Teixeira, quien es investigador del Instituto de Ciencias Marinas de la UFC (Labomar), explicó en declaraciones al portal noticioso G1 que las misteriosas cajas son fardos de goma provenientes de un barco nazi, el MV Weserland.

A principios de este año, el equipo de Teixeira había revelado que otras “cajas misteriosas” que aparecieron en las playas del noreste de Brasil en 2018 eran fardos de goma que se habían desprendido de otro barco alemán, el SS Rio Grande, hundido por la armada estadounidense frente a las costas de Brasil en Enero de 1944.

Según Teixeira, es investigador del Instituto de Ciencias Marinas de la UFC (Labomar), el material habría permanecido en el mar durante los últimos 77 años.

Desde 2018 estos fardos han ido apareciendo en algunas playas. A priori, los investigadores de Labomar supusieron que podrían ser los fardos de SS Rio Grande, que siguen apareciendo en algunas playas de la región.

Sin embargo, según Carlos Teixeira, dos cosas les hicieron cambiar de hipótesis: la enorme cantidad de fardos reportados (más de 200) y el hecho de que algunos de ellos contenían inscripciones grabadas con ideogramas japoneses kanji, algo que no se veía en los hallazgos anteriores.

Los investigadores sospecharon entonces que esos fardos podrían tener otro origen y provenir de una segunda “fuga”.

“Estas inscripciones en japonés no habían aparecido hasta entonces. Esto nos llevó a la sospecha de que podría ser otro barco ”, explicó el profesor Luís Ernesto Arruda en declaraciones al citado medio.

“Descubrimos que era otro barco por la cantidad, porque había muchos fardos y eso nos llamó la atención. No podía ser de Rio Grande, encontrado en 2018, porque eran demasiados fardos”, agregó.

Para el equipo de Labomar, ese misterioso incremento del flujo de hallazgos indicaba que podría haber piratas manipulando los restos del naufragio en un intento por recuperar el cargamento, hecho que fue confirmado por David Mearns, investigador británico que trabaja en esta zona, y que se puso en contacto con los investigadores brasileños.

Luego de acceder a toda la información, se realizó una modelación matemática que mostró que si los bultos salían del lugar del naufragio del MV Weserland (sitio conocido), las corrientes los llevarían directamente a los puntos donde se hallaron, en la costa de los estados de Bahía, Sergipe y Alagoas. Con ello se confirmó la hipótesis de que las pacas que aparecieron en agosto pertenecen a ese barco.

¿Por qué ahora?

Para los investigadores resultaba descabellado que un grupo de piratas invirtiera dinero, tiempo, esfuerzo y riesgo para apoderarse de unos cuantos paquetes de caucho. Pero la ecuación cambia si se tiene en cuenta que el navío también transportaba una buena cargade estaño

“Comprobamos que el precio del estaño se triplicó entre finales de 2020 y principios de 2021. Pasó de 13.000 a 34.000 dólares en la Bolsa de Valores de Londres. Es el producto más prometedor en esa plaza financiera”, expresó Arruda.

Tocado, hundido

Según los investigadores, el barco nazi MV Weserland fue hundido por el destructor de la Armada estadounidense USS Sommers en enero de 1944, pocos días después de que el SS Rio Grande tuviera el mismo destino: el fondo del Océano Atlántico.

“Colaboraron en el esfuerzo bélico alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Eran barcos mercantes, éste fue construido en 1922 y durante la guerra fue usado por el gobierno alemán para transportar mercancías que serían utilizadas en el esfuerzo bélico nazi ”, contó Arruda.

Ambos buques tenían similares características y ambos llevaban caucho proveniente del sudeste asiático (por entonces bajo dominio japonés) rumbo a Alemania. Además, transportaban metales nobles que décadas después llegarían a valer mucho dinero. En el caso del SS Rio Grande la carga era de cobalto, mientras que el MV Weserland transportaba estaño.

Arruda explicó que los cargueros alemanes atravesaban el Océano Índico y luego seguían una peligrosa ruta por el Atlántico, que pasaba “a unos 2.000 kilómetros al este de Salvador de Bahía”.

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