“Me parece una vergüenza que la APU tenga una Oficina de Género” y que decida “condenar a un periodista”, expresó.

El comunicador Fernando Marguery, conocido por sus beligerantes intervenciones en Esta boca es mía (Canal 12), pasó por los estudios de 970 Universal como invitado del programa Hacemos lo que podemos.

En un extenso reportaje, el panelista aseguró que las intervenciones de los participantes en Esta boca es mía no están guionadas ni consensuadas de antemano. Por lo tanto, las discusiones, invectivas y filípicas y que se producen al aire son legítimas.

Marguery explicó que esas desavenencias siguen durante las pausas para las tandas publicitarias, y que en alguna ocasión poco faltó para llegar a los golpes.

“A veces hay cosas que se arreglan muy fácil, pero en otras hay discusiones muy fuertes”, dijo. En ese mismo sentido, confirmó a sus entrevistadores la versión de que en una de esas discusiones había tratado de “chupapija” a Alejandro Camino, a la sazón su compañero de panel.

“Ya ni me acuerdo qué me dijo él, pero algo me habrá dicho”, contó el comunicado, quien aseguró que el casus belli quedó laudado ese mismo día. “Lo arreglamos ese mismo día en la vereda, conversamos y nos dimos la mano”, recordó.

Entrevista adelante, se le preguntó por una publicación en Twitter que hizo el martes en apoyó a Ignacio Álvarez, luego de que este divulgara en su programa de radio grabaciones del caso de la violación en manada ocurrida en el Cordón.

Al respecto, dijo que, de haber tenido acceso a esos registros de audio, él también los habría publicado.

“Yo habría hecho lo mismo. No sé cómo le llegaron, pero los hubiera puesto, porque me parece que aportan luz, abren la ventana. Es una información que cambia la perspectiva de los hechos”, dijo.

“Cuando pasó lo que pasó, lo primero que dijimos todos fue ‘qué violadores hijos de puta’ los condenamos de plano, hasta el presidente pidió que todo el peso de la ley cayera sobre ellos. Los condenamos hasta que aparecieron los audios e Ignacio Álvarez abrió la ventana”, prosiguió.

En cuanto a la posibilidad de que Álvarez haya cometido un delito al divulgar esas grabaciones, algo que fue denunciado y sobre lo que Fiscalía investiga de oficio, Marguery dijo entender que no hubo tal ilícito.

“Creo que no viola la ley porque no da los nombre, no muestra nada, las identidades siguen estando protegidas”, manifestó

“Ahora por lo menos empezamos a dudar de la afirmación de que eran violadores, ya no estamos tan seguros, y eso lo aportó la difusión de los audios”, afirmó.

“Y no estoy diciendo que no cometieron violación, porque quizá sí lo hicieron”, relativizó.

Finalmente, se refirió a las reacciones surgidas luego de esa difusión. En concreto, se refirió al comunicado emitido por la Comisión de Género de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), que criticó el abordaje de Álvarez y señaló que iba a contramando del Código de Ética de la institución. También cargó contra el Frente Amplio, cuyos legisladores promovieron una denuncia al respecto.

“Me parece una vergüenza en primer lugar que APU tenga una Comisión de Género, y segundo que condene a un periodista”, especialmente tratándose de “una organización que debería defender a los periodistas”.

En cuanto a la denuncia desde el Frente Amplio, manifestó similares conceptos. “Me parece aberrante”, remarcó.

 

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