Los vecinos de la zona lo consideraban parte del paisaje, pero la normativa de tránsito indicaba que no podía seguir allí.
Un pequeño automóvil Lancia Fulvia del año 1962 se convirtió en tema de debate en la localidad de Conegliano, en Treviso, Italia.
Según informa el periódico local Il Messagero, el vehículo estuvo parado frente a la finca su propietario durante los últimos 47 años, hasta convertirse en parte del paisaje y del patrimonio afectivo del vecindario.
Lejos de demostrar los cuidados usuales en un auto clásico, este veterano coche muestra claros signos del paso del tiempo. Carrocería desgastada, pintura descolorida, neumáticos desinflados y un poco de moho y óxido. Sin embargo, los vecinos lo quieren a pesar de todo eso.
“¡Estí ahí desde que yo iba a la escuela!”, señalaba Luca Zaia, un adulto de la zona, en declaraciones al citado medio.
El vehículo en cuestión es propiedad de Angelo Fregolent, un hombre de 94 años que durante décadas regenteó un kiosco de diarios y revistas en la planta baja de su casa.
“Manejé el kiosco durante 40 años junto con mi esposa Bertilla, diez años más joven que yo”, dijo en una entrevista con el diario Il Gazzettino.
“Cuando abrí el negocio, me venía tener el auto estacionado adelante porque dejaba los periódicos guardados en el maletero y luego los iba metiendo dentro”, contó. Así, el coche le servía como depósito y se ahorraba molestos viajes escaleras arriba.
El auto estuvo 43 años estacionado “a caballo”, mitad en la acera y mitad en la calzada. Sin embargo, las leyes viales impiden ahora ese tipo de estacionamiento, y la estrecha calle donde vive Angelo no admite aparcamiento.
Durante varias semanas, el destino del auto del diariero fue objeto de debate en la localidad.
Finalmente se decidió trasladar el auto al patio de la cercana Escuela de Enología, donde dos restauradores voluntarios trabajarán para mejorar su aspecto y convertirlo en la principal atracción de un museo a cielo abierto.