Se aproxima la temporada estival y es bueno disfrutarla junto a tu mascota.

En su nueva columna, el entrenador canino Andrés Peirano -cuya cautivante historia podés conocer aquí– ofrece valiosas recomendaciones para evitar un disgusto veraniego o -en caso de sufrirlo- reaccionar ante él con rapidez y eficacia.                                                                                                                                                                                                       -.-

Si bien estos últimos días no fueron de calores extremos, venimos viviendo días de altas temperaturas y vendrán peores. Estos días son especialmente peligrosos para nuestros compañeros de cuatro patas ya que son malos termorreguladores y no les es fácil bajar su temperatura corporal. Este incremento en la temperatura corporal los puede llevar a sufrir un “golpe de calor” que pone en riesgo su vida.

Lo primero que debemos entender es que nuestro perro no suda como nosotros para liberar calor, sino que lo hace a través del jadeo y si bien es cierto que puede sudar por sus almohadillas en las patas, no va a ser suficiente. Es por esto que, en esos días de calor extremo, que vinieron de golpe, y que no permitieron adaptarnos gradualmente al mismo; debemos prestar mucha atención a la prevención del “golpe de calor”.

Para prevenir debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:

•             Cambiar los horarios de paseo evitando las horas de mayor temperatura

•             Llevar siempre agua durante el paseo para que el perro se pueda refrescar cuantas veces quiera

•             Recordar que nuestro perro va descalzo por la vida y si bien sus almohadillas son resistentes, la temperatura del suelo puede quemarlas, por lo que evitaremos las superficies calientes; podemos chequear la temperatura del suelo poniendo la mano durante cinco segundos y si es muy caliente para nosotros lo es para nuestro compañero de cuatro patas

•             Evitar los juegos como, por ejemplo, el ir al parque y arrojar la pelota por mucho rato; el correr y el ejercicio físico intenso favorecerán el aumento de su temperatura corporal, debemos ser moderados con el ejercicio.

•             Al llegar a casa evitar que tenga un cambio brusco de temperatura, esto significa que debe bajar su temperatura gradualmente.

•             Ya en casa, asegurarnos de que tenga acceso a agua fresca, lo ideal es dejar a su acceso varios platos con agua fresca; sobre todo si nos vamos un largo rato.

•             Sustituir la cama de invierno por una de verano le dará más comodidad y evitará que ande dando vueltas por la casa buscando otro lugar más fresco donde echarse.

•             El pelo de nuestro perro es una barrera que lo protege de la temperatura exterior ya sea calor o frio y si bien raparlo a cero no sería bueno, mucho pelo tampoco lo es, realizar un corte buscando reducir el volumen de pelo es una buena idea a un punto intermedio, los extremos son malos

•             Para refrescarlo en las horas de calor más extremo puedes preparar golosinas congeladas para que disfrute de algo rico y fresco en el peor momento del día

•             Debemos tener especial cuidado con los perros braquicéfalos ya que de por sí, tienen problemas para respirar y los días de calor les afectarán muchísimo más

Si llegamos tarde para prevenir es importante saber identificar un “golpe de calor”, esto sucede cuando la temperatura corporal de nuestro compañero de cuatro patas se eleva sobre los 41 grados y muestra los siguientes signos:

•             Pérdida del conocimiento

•             Respiración dificultosa

•             Jadeante en exceso

•             Con las encías muy rojas o muy pálidas azuladas

•             Saliva espesa y pegajosa

•             Diarrea con sangre

Ya identificado el “golpe de calor” debemos actuar rápido ya que el tiempo apremia y debemos hacer lo siguiente:

•             Humedecerlo con agua fría pero no en extremo ya que puede ser contraproducente

•             Ventilarlo ya sea con un ventilador o lo que sea que tengas a mano

•             Luego de bajar la temperatura a por lo menos 41 grados debemos apresurarnos a llevarlo al veterinario para que le brinde atención

Para finalizar siempre es mejor prevenir que curar, pero lamentablemente la causa más común del “golpe de calor” es el descuido humano; así que a prestar mucha atención y de pasar, atender rápido al perro y al veterinario de inmediato.

Andrés Peirano

[email protected]

Instagram: @tig_herodog

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