El hombre descubrió por las malas que los matamoscas eléctricos no se llevan bien con las garrafas de gas.

Un octogenario residente en la aldea de Parcoul-Chenaud, en el departamento francés de Dordoña, protagonizó un grave accidente que pudo haber tenido consecuencias trágicas.

Según informara el periódico local Sud-Ouest, el hombre se disponía a cenar cuando una mosca comenzó a fastidiarlo.

Para librarse del insecto el hombre hecho mano a un matamoscas eléctrico, con el que comenzó a perseguirlo. Por desgracia, en la casa había una garrafa de gas que tenía una fuga, y la interacción entre el artefacto eléctrico y el gas provocó una explosión.

De acuerdo con la citada crónica, el estallido destruyó la cocina y provoco daños en la techumbre del resto de la casa. Por fortuna, el anciano sólo sufrió quemaduras en una mano.

El hombre se mudó transitoriamente a un camping de la zona, mientras su familia se encarga de poner la funca nuevamente en condiciones.

Nada se supo sobre el destino de la mosca.

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