Ocurrió en una pequeña localidad de la provincia de Teruel, donde el vandalismo parece estar a la orden del día.

El pequeño municipio de Alcorisa, con sólo 3.500 habitantes, viene siendo escenario de episodios de vandalismo antes inusuales en la tranquila comarca.

Uno de los más sonados tuvo lugar el pasado fin de semana, cuando unos sujetos robaron un autobús escolar. El detalle curioso es que los delincuentes viajaron en el vehículo hasta Sabor Latino, un prostíbulo situado a las afueras del pueblo, y más tarde regresaron y dejaron el coche en su lugar de estacionamiento.

“Según mi jefe de tráfico, a las 3:30 horas de la mañana estaba allí, por lo que han recorrido unos 4 o 5 kilómetros para volver a aparcarlo donde estaba, pero con desperfectos”, dijo una conductora de la empresa Hife, propietaria del bus, en declaraciones Diario de Teruel (sin especificar cómo su jefe sabía que el bus había estado en el club nocturno).

La trabajadora agregó que los delincuentes intentaron llevarse un segundo bus, el sistema antirrobo hizo que renunciaran al intento luego de desplazarlo unos veinte metros.
José María Chavarría, dueño de la firma, lamentó también lo ocurrido.

“Hay una minoría que no sabe beber, ni desconfinarse, ni nada, y opta por destrozar las cosas para mostrar su libertad”, dijo. Y, aunque reconoció que “se han tenido que paralizar dos servicios de transporte escolar”, asegura que podría haber sido mucho peor.

“Mover un vehículo de estas características sin tener permiso ni licencia de conducción (y posiblemente bajo los efectos del alcohol) puede acabar en desgracia y pueden pasar cosas muy desagradables si se cruza con un coche o una moto”, dijo al citado medio.

El caso esta siendo investigado por la Guardia Civil y suma preocupaciones al alcalde, Miguel Iranzo, quien está convencido de que detrás de ese episodio están las mismas personas que han cometido otras en los últimos tiempos.

De acuerdo con el gobernante, los vándalos también entraron en una iglesia, de donde se llevaron 10 euros de las velas. Además, en la piscina climatizada del templo sustrajeron una computadora. También se denunció que ingresaron a un bar y se llevaron una máquina expendedora, que fue hallada luego en una huerta.

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