Los intrusos forzaron la puerta, cambiaron la cerradura y dejaron a la dueña -que vive allí desde niña- fuera de su propia casa.

Victoria de Castro nació en 1925 y desde 1931 vive en la misma casa de Portugalete, al norte de la ciudad vasca de Bilbao. El pasado 13 de octubre, en cuestión de un minuto se vio despojada de su morada de toda la vida.

Según informa el periódico digital El Confidencial, un grupo de “okupas” llegó a la casa en un momento en que la anciana estaba ausente. Rompieron la puerta, cambiaron la cerradura y la dejaron afuera. Todo en cuestión de minutos.

La familia de Victoria denunció el caso y el juez fijó la vista del caso para el 20 de noviembre. Pero la situación de la anciana provocó multitud de reacciones de apoyo en la ciudad. Los vecinos ejercieron tal presión sobre los okupas que, cinco días más tarde, estos decidieran desalojar la vivienda por voluntad propia. E incluso llamaron a la policía para para que los protegiera al salir.

De acuerdo con el ciad medio, decenas de personas se concentraron en la tarde del jueves ante la puerta de la casa de Victoria. Pedían a gritos la marcha de los okupas e incluso ensayaron u par de intentonas de tomar la casa por asalto, algo que no concretaron.

Victoria, junto a su hermana mayor, de 97 años, se unió a los manifestantes para pedir a los okupas que les permitieran volver a entrar en su propia casa. Mientras tanto, más y más personas se acercaban al lugar, concentración que obligó a Ertzaintza (policía autonómica del País Vasco) a cortar el acceso a la puerta del inmueble

Abrumados por la presión vecinal, cerca de la medianoche los okupas dijeron a la Ertzaintza que iban a abandonar por voluntad propia la vivienda, y pidieron protección para hacerlo. Los agentes de la Ertzaintza llevaron un furgón hasta la puerta del domicilio de Victoria y al filo de la medianoche los ocupantes liberon la vivienda.

La repercusión del caso de Victoria ha sido tal que incluso Daniel Estévez, el polémico dueño de la empresa Desokupa, (dedicada a intimidar y desalojar por las malas a los okupas) ofreció sus servicios gratis para ayudar a esta mujer.

 

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