La realidad actual es muy distinta a como la habían pintado al principio de este gobierno de que se iba a mejorar la seguridad.

Comenzamos el año 2023 y nosotros estamos comprometidos en defender y llevar adelante los reclamos necesarios a las autoridades nacionales de todas las demandas que hemos recogido en más de 50 encuentros que tuvimos con vecinos de tantos pagos de todo el país.

Pago a pago, hemos recorrido durante el año pasado más de cincuenta localidades en todo el país y con ello hemos salido al encuentro de las necesidades y preocupaciones de las y los uruguayos. Para conocer bien la realidad es justo y necesario tener los pies en la tierra, conocer de primera mano cómo viven los uruguayos, qué les quita el sueño, cuáles son sus anhelos y esperanzas. Eso nos propusimos en estas recorridas que nos permitieron andar más de 90.000 kilómetros por la patria y escuchar miles y miles de relatos de primera mano, escuchando y mirando a los ojos.

Los uruguayos estamos preocupados por la seguridad. La realidad actual es muy distinta a como la habían pintado al principio de este gobierno de que se iba a mejorar la seguridad, pero esta empeora día a día. La política del gobierno es errática, improvisada y muy, pero muy alejada de la realidad. Señor ministro, desde todos los pagos la gente nos habla de que se sienten más inseguros y la escandalosa cifra de homicidios así lo señala. ¡Si es que volvieron las carteras al barrio, seguro se las afanan!

En el andar, en todas las recorridas por el norte, el centro, el sur, el este y el oeste, todos nos hablaron de su gran preocupación por la falta de empleo, de oportunidades, de políticas sociales, de una mano desde donde sea para poder surgir. Y acá el gran problema es que el gobierno ha optado por lavarse las manos en todo. No hay asistencia suficiente a las ollas populares, no hay políticas de oportunidad laboral, y la única que se ha implementado la pensamos desde el Congreso de Intendentes. ¡No hay política de frontera! El gobierno ha dejado a su suerte a todos quienes requerían asistencia en los peores momentos.

Y ante este desamparo social los uruguayos nos hablaron también de los ajustes, tanto en seguridad social como en educación, que siempre termina pagando la clase trabajadora. ¡Otra vez como en los noventa nos disfrazan reformas para que sean los trabajadores los que pagan las nefastas consecuencias! Más de lo que ya vimos en los noventa y en el 2002.

Y, cómo si fuera, poco los uruguayos nos hablan con preocupación de un gobierno que va a la deriva, envueltos en suculentos escándalos de corrupción y vínculos con el narcotráfico que salen del seno de la propia Presidencia. ¡Cuánto nos va a costar reparar el gran daño causado a la imagen y reputación de nuestro país! ¿Cuánto más tendremos que aguantar de la trama Astesiano y Marset? Los uruguayos de todo el país están cansados de esto.

Pero frente a esas preocupaciones la gente nos ha transmitido que hay esperanza y que creen que este camino de cercanía que hemos iniciado es la clave para que en el próximo gobierno nacional podamos hacerlo mejor. El Frente tendrá que trabajar mucho y en unidad para estar a la altura de las expectativas que la gente nos transmite. Desde el EnFA la invitación es a redoblar esfuerzos este 2023 para que sí efectivamente vuelvan las carteras a los barrios, se aclaren los escándalos de corrupción de nivel inusitado en el Caso Astesiano y se corrijan los errores de vincularse con el narcotráfico en el Caso Marset.

DR ANDRÉS LIMA

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