Se trata de un tejo macho que está en una iglesia. Después de una vida milenaria le aparecieron bayas, típicas de los árboles femeninos.

El tejo es un árbol muy particular. Se lo llama el Árbol de la Muerte porque en la literatura clásica, griega y latina, era el vehículo ideal para suicidarse al comer sus hojas o sus semillas, o preparar una infusión con su corteza.

Y era real su apodo. Cantidades altas de taxina ocasionan problemas neuronales y circulatorios que pueden terminar con un paro cardiorespiratorio.

Lo increíble es que también es un árbol emparentado con la vida. En el Renacimiento era considerado antirreumático, antimalárico y anti abortivo, usado en infinidad de recetas médicas caseras.

El tejo se encuentra en la iglesia Llanfeugan (parish.churchinwales.org.uk). El tejo se encuentra en la iglesia Llanfeugan (parish.churchinwales.org.uk).

Y en 1968, el taxol fue descubierto y procesado para realizar los medicamentos anticancerígenos más potentes.

Eso llevó casi a su destrucción ya que en los años 80, en el continente asiático, se talaron más de dos millones de ejemplares con fines farmacéuticos.

Por suerte, actualmente el taxol se obtiene sintéticamente en los laboratorios.

EL ÁRBOL QUE CAMBIÓ DE SEXO

El tejo también tiene mil historias asociadas a él. Ötzi, el hombre de hielo congelado hace más de 5000 años y descubierto en los alpes tiroleses en 1991 llevaba un arco inacabado y otros objetos de madera de tejo.

El emperador romano Claudio publicó un edicto oficial, en el que informaba al pueblo que contra las mordeduras de serpientes, el mejor antídoto era el consumo de la savia de tejo.

Los árboles femeninos tienen bayas de color rojo brillante. Los árboles femeninos tienen bayas de color rojo brillante.

Pero los tiempos cambian y la mano del hombre es destructiva y con ella ha llegado el cambio climático.

Los tejos masculinos viven en condiciones climáticas muy duras, soportan el frío y necesitan poca agua. Y los tejos hembras necesitan un clima más templado y suelos más ricos.

El árbol ha cambiado de sexo y da bayas. El árbol ha cambiado de sexo y da bayas.

Y en Gales, dos años atrás, se dio la sorpresa. Un tejo macho que es considerado uno de los árboles más antiguos del Reino Unido y que se encuentra en la los jardines de la iglesia Llanfeugan, cerca de Brecon, cambió de sexo a los 3.000 años.

Los habitantes locales se dieron cuenta al ver que estaba lleno de bayas, fruto que solo aparece en los tejos femeninos.

NO ES EL ÚNICO

Los tejos son típicamente dioicos, lo que significa que son de un sexo o el otro. Los árboles masculinos tienen pequeños conos que liberan nubes de polen durante el tiempo de reproducción y los árboles femeninos tienen bayas de color rojo brillante.

La iglesia de Llanfeugan alberga 12 tejos, de los cuales dos están clasificados como antiguos y siete como veteranos.

Los árboles femeninos tienen bayas de color rojo brillante. Los árboles femeninos tienen bayas de color rojo brillante.

Algunos creen que los árboles en el patio de la iglesia fueron plantados por druidas paganos, antes del cristianismo.

El árbol de 3.000 años en la iglesia de Gales (Wikipedia). El árbol de 3.000 años en la iglesia de Gales (Wikipedia).

Max Coleman, de los Royal Botanic Gardens, notó que el árbol más antiguo de Gran Bretaña, también un tejo Fortingall encontrado en Escocia, ha cambiado de sexo hace 7 años y su descubrimiento asombra al mundo de la botánica.

En su blog, Coleman explicó: “Por extraño que parezca, se ha observado que los tejos y muchas otras coníferas que tienen sexos separados cambian de sexo. Normalmente, este cambio ocurre en parte de la copa, en lugar de que todo el árbol cambie de sexo. En el tejo de Fortingall, parece que una pequeña rama en la parte exterior de la corona ha cambiado y ahora se comporta como una hembra“.

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