Aslam, un santón de una comunidad musulmana en India, decepcionó y contagió a sus seguidores antes de morir.
Un “hombre santo” musulmán llamado Aslam, que afirmó haber curado a pacientes con coronavirus besándoles las manos, murió recientemente de COVID-19 en el distrito Nayapura de Madhya Pradesh, en Ratlam India.
Tan pronto como se difundió la noticia de su muerte, las autoridades locales se pusieron en acción para identificar a las personas que habían visitado a Aslam y contener un posible brote, según informara el medio digital indio OpIndia.
Los análisis realizados a los devotos del curandero y su entorno permitieron descubrieron que al menos 19 de sus “pacientes” estaban contagiados. Al ver que el número de personas infectadas con coronavirus aumentaba constantemente en el distrito, las autoridades rastrearon al menos otros 29 “sanadores” que habían ofrecido tratamientos mágicos para el coronavirus y los colocaron en una instalación de cuarentena del gobierno. Solo después de que se realicen sus pruebas se les permitirá salir de las instalaciones, confirmaron las autoridades.
Con el creciente número de casos positivos de coronavirus vinculados a este “curandero”, el distrito de Aslam Nayapura en Ratlam ahora se ha convertido en un punto crítico de coronavirus. Sorprendentemente, el ahora fallecido individuo aseguraba alejar el coronavirus besando las manos de los pacientes afectados. Y al hacerlo, en realidad propagó la enfermedad, contagiando al menos a 19 personas, de un total de 85 que había por esas fechas en el distrito.
El doctor Pramod Prajapati, vocero de la sanidad local, dijo que el método que usan estos curanderos es particularmente peligroso ya que constituye una casi segura vía de contagio. Estos autodenominados sanadores generalmente soplan en el agua que hacen beber a sus pacientes, algo que aumenta notoriamente la posibilidad de infección.
En el país se desató también una polémica luego de uq varios medios calificaran a Aslam como un “baba”, término hindú que califica a estos curanderos. Sin embargo, Aslam no era hinduista, sino un miembro de la minoría musulmana del país.
Aaj Tak, un popular medio local, usó incluso una foto de archivo de un “baba” para ilustrar la noticia, por lo que se lo acusó de dar un “giró hindú” a la información.