Por abigeato y amenazas fue formalizado un hombre de 36 años, tras haber intentado comercializar como “cordero” a su propia perra faenada.
El hecho ocurrió en Paysandú y colegas de EL TELEGRAFO informaron que una residente de barrio Nuevo Paysandú denunció a la ONG Amigos de los Animales que su vecino pretendía comercializar un can faenado, haciéndole creer que se trataba de un cordero.
Según datos brindados por las autoridades, el sujeto –poseedor de varios antecedentes penales– le debía dinero a su vecina y como parte de pago decidió ofertarle un “cordero” faenado para saldar su deuda, lo que la vecina aceptó.
Al día siguiente se lo llevó a su casa y ante las sospechas de la vecina decidió consultar a otro vecino que tenía conocimiento de carnes, verificando claramente que no se trataba de un cordero. Realizaron una búsqueda en las cercanías y encontraron restos de la perra del denunciado, faenada.
Ante ello, la vecina decidió dar cuenta a la ONG, que de forma inmediata realizó la denuncia ante la Policía.
Después de lo sucedido, la señora denunció haber sido amenazada por el delincuente, identificado con las iniciales G.M.P.M, que a raíz del hecho amenazó con incendiarle la finca.
A su vez, se vinculó al individuo con una denuncia por abigeato, en la que una mujer de la misma zona denunció la falta de un cordero que se encontraba dentro de su predio, determinándose mediante actuaciones policiales y datos recabados que G.M.P.M. no sería ajeno al hecho.
Las actuaciones fueron elevadas a la Justicia y en circunstancias que personal de GRT-PADO efectuaba patrullaje, el sujeto fue identificado en la vía pública, y al presentar requisitoria pendiente por los ilícitos citados, fue detenido y puesto a disposición Judicial.
Proseguidas las instancias, la Justicia Penal dispuso la formalización de la investigación y posterior juicio abreviado de G.M.P.M, de 36 años, imputado y condenado por un delito de amenazas en régimen de reiteración real con un delito de abigeato, imponiéndole como pena tres meses de prisión.
Fuente y Foto: El Telégrafo