El invitado no era otro que Cacho de la Cruz, padre de Maxi. Fue el punto alto del programa y opacó la posterior aparición de Guille Peluffo.

Este jueves se emitió el penúltimo programa del segundo ciclo de ¿Quién es La Máscara?, y quedó establecido que la final de la próxima semana será femenina, con las voces de Vaquita, Caniche y Chancleta.

Ayer se produjo un doble desenmascaramiento, ya que además de la instancia eliminatoria habitual se conoció la identidad de Rey León, el personaje invitado. Y con esa máscara se dio una situación especial: varios investigadores y la mayoría de los seguidores del programa ya habían deducido que se trataba de Cacho de la Cruz. De hecho, en caso de que las casas de apuestas se ocuparan del programa, la jugada por Cacho pagaría 0,5. Sin embargo, y a pesar de que era un resultado cantado, su desenmascaramiento emocionó a todos.

Con acierto, Canal 12 aprovechó la ocasión para hacer un homenaje en vivo a un personaje que, a los 86 años, es una leyenda de la tele uruguaya en general y de ese canal en particular. Entre imágenes de archivo y un emotivo diálogo entre padre e hijo, el programa supo tocar las cuerdas sentimentales de sus televidentes, a sabiendas de que Cacho es conocido por todos los uruguayos y —gracias a su personaje de Cacho Bochinche— marcó la infancia de varias generaciones.

La situación era tan especial que ameritó la ruptura del protocolo del programa, y permitió que los investigadores fueran al escenario a saludar al invitado. Emocionado, Fabian Fata Delgado contó una anécdota inédita. Explicó que su padre y Cacho se conocían de antiguo, y que su progenitor le vendió equipamientos para crear el personaje de Ultratón. Por esa razón, el pequeño Fabián tuvo ocasión de jugar en el programa. En aquella lejana ocasión, Fata recitó en brazos de Cacho. “Fue mi primera actuación en televisión”, dijo Fata, y comentó un detalle que, a ojos de un niño, resultó muy importante. “Me dieron una caja entera de alfajores, era plateada y roja, nunca me olvidé”, dijo.

Por su parte, el invitado se mostró emocionado y al borde del llanto, y demostró que la edad no ha limado su sentido del humor. Eso quedó claro cuando su hijo Maxi, tan emocionado como él, expresó: “Esto es un recuerdo que no se borra más”. La respuesta de Cacho fue rápida y apostó por una salida divertida en un momento que amenazaba con transformarse en melodrama. “No se borra más porque está grabado. Ya no hay más cinta, es con computadora”, comentó.

Así las cosas, el desenmascaramiento de Rey León fue el punto alto del programa de ayer y de todo el ciclo, y dejó inmerecidamente opacada la develación del personaje de Monstruito, que era el músico y productor Guillermo Peluffo.

En Twitter, la comunidad de seguidores del programa no ocultó su emoción ante la presencia del veterano actor, conductor y comediante, e hizo su propio homenaje a base de memes y comentarios. Incluso Jorge Larrañaga Vidal, hijo del fallecido líder nacionalista Jorge Larrañaga, dedicó un tuit al programa.